No es nada nuevo lo allí expuesto en la primera conferencia regional de los derechos del niño. No se necesita ser un erudito en la materia para conocer a fondo el grave problema de ser niño en Venezuela.
Las palabras elocuentes y los grandes discursos sobre este tema no dejan de ser retórica barata e inútil; demagogia a que nos tienen acostumbrados nuestros gobernantes, al no existir la voluntad política para ejecutarla y hacer valer los derechos del niño venezolano. Compromiso este adquirido recientemente con las naciones unidas para dar respuesta a este grave problema que no sólo afecta a Venezuela sino al mundo entero.Para nadie es un secreto que la situación de miseria en que están sumidos nuestros niños se debe primordialmente a la desidia, a la ausencia total de vocación de servicio y falta de sensibilidad humana de aquellos que han gobernado a este país en los últimos veinte años; siendo sólo su preocupación el de saquear el tesoro nacional para enriquecerse ilícitamente y anteponer sus ambiciones personales y partidistas de poder por encima de los intereses nacionales y por ende del pueblo venezolano. Y todavía hay quienes afirman semejante exabrupto fuera de toda realidad "QUE EN VENEZUELA NO HAY HAMBRE" ¿ En que país están viviendo ?
De lo arriba expuesto el estado de miseria, podredumbre, desnutrición, hacinamiento y promiscuidad del niño venezolano, que se refleja en una alta mortalidad infantil. Pues nuestros niños desnutridos y hambrientos se mueren de sarampión, tos ferina, tétano, diarreas y neumonías, enfermedades infecciosas prevenibles con vacunas y mejorando el estado nutricional y las deficientes condiciones higiénico sanitarias de su medio ambiente. Hay que proporcionarle una vivienda adecuada y digna, dotada de los más elementales servicios públicos como agua potable, red de cloacas, aseo urbano, luz eléctrica. Además de una balanceada alimentación rica en proteínas. Tener acceso a una buena educación para su óptimo desarrollo intelectual. Contar con áreas recreacionales e instalaciones deportivas para su completo desarrollo físico y mental. Brindarle una efectiva atención primaria de salud y esto sólo se logra con la descentralización y municipalización de la salud.
Si no erradicamos el estado de pobreza en que viven nuestros niños y llevamos a cabo toda una política económica y social que golpee brutalmente la miseria en Venezuela, no lograremos hacer valer los derechos del niño venezolano a una vida más justa y humana, preñada de bienestar, justicia y libertad social.
Publicado el La Mañana el Viernes 23 de Agosto de 1.991.
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