Nos encontramos en una de las calles más populosa de la ciudad, es una tarde cualquiera, los transeúntes van y vienen caminando por la acera, unos andan en franela por el calor sofocante, otros con sombrero de paja para protegerse del sol inclemente, pues si no se lo ponen se le achicharra hasta el copete.
Todo el mundo anda pendiente para comprarse un numerito, que si miro a zapatazo, que si miro a la panchita, que si sueño con tal cosa y consulto a san cono para ver si me da el premio gordo, que si miro la ceniza de un humean te tabaco, que si miro la borra de un sabroso café recién colado.
Y en la esquina arre costado vemos a un hombre bajito, con una libreta en la mano, y la gente haciendo cola para comprarse un termina lito, que si me lo das para mil, otros dicen cinco mil y los más necesitados se lo compran para diez mil.
Gracias a Dios señores que esta situación va a cambiar, pues existen dos fulanos que de ella nos va a sacar, uno ofrece un millón de empleo, él otro va más allá, ofreciendo pleno empleo.
La cuestión amigo mío que si sigues desempleado, gástate esas ocho puyas en que quedo el bolívar devaluado y quien quita que mañana en vez de amanecer millonario, aparezcas con mil puyitas en las manos.
Todo el mundo anda pendiente para comprarse un numerito, que si miro a zapatazo, que si miro a la panchita, que si sueño con tal cosa y consulto a san cono para ver si me da el premio gordo, que si miro la ceniza de un humean te tabaco, que si miro la borra de un sabroso café recién colado.
Y en la esquina arre costado vemos a un hombre bajito, con una libreta en la mano, y la gente haciendo cola para comprarse un termina lito, que si me lo das para mil, otros dicen cinco mil y los más necesitados se lo compran para diez mil.
Gracias a Dios señores que esta situación va a cambiar, pues existen dos fulanos que de ella nos va a sacar, uno ofrece un millón de empleo, él otro va más allá, ofreciendo pleno empleo.
La cuestión amigo mío que si sigues desempleado, gástate esas ocho puyas en que quedo el bolívar devaluado y quien quita que mañana en vez de amanecer millonario, aparezcas con mil puyitas en las manos.
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