lunes, 7 de enero de 2013

MENE DE SAN LORENZO

    A lo mejor ustedes se preguntarán al leer estas lineas, ¿ Dónde diablos se encuentra ubicado este pequeño y pintoresco pueblo llamado Mene de San Lorenzo, en honor a su santo patrono o mejor conocido por algunos como Mene de la Costa, en donde la primera impresión de todos aquellos que lo visitan, es la de un pueblo del lejano oeste, escenario perfecto de las famosa películas de vaquero que protagonizó John Wayne ?
   Este pueblo que se negó a morir, olvidado por todos los mandatarios de turno que sólo se acuerdan de él en años electorales, para captar así sus votos con mentiras, engaños, falsedades, burlándose de la buena fe de sus habitantes. Cuan ilusos al creer que estos payasos le resolverán sus problemas.
     Pues sí, amigos, esta población se encuentra ubicada al norte del estado Falcón, en el distrito Acosta, municipio Libertador, zona eminentemente ganadera de carne y leche, que abastece gran parte de la demanda nacional y aporta con su esfuerzo un granito de arena al desarrollo del país.
    La situación que vive es insoportable, en donde los problemas agobian a sus pobladores, que claman a los cuatro vientos por una mejor calidad de vida, digna de todo ser humano. Como hombres y venezolanos tienen ese derecho. Pero las autoridades competentes se hacen de la vista gorda, escudando su ineptitud e incompetencia en la negligencia y la demagogia.
    ¿ Es justo que siendo una zona productora de carne y leche, exista un gran porcentaje de desnutrición sobre todo en los niños, con un desarrollo psico motor deficiente, reflejándose en un rendimiento escolar bajo, estando en desventaja con otros niños mejor nutridos de otras áreas del país ? Y hay quienes vociferan que en los niños está el futuro de la patria.
      Se podría afirmar con propiedad que el síndrome poli carencial o desnutrición no es más que hambre, "HAMBRE" hereje es lo que están sufriendo esta gente, que no tienen recursos para comprar sus alimentos debido a la miseria extrema en que viven. Y las escasas  posibilidades económicas se ven desvanecidas por el mal estado de la carretera principal, que no alberga en su superficie un hueco más, quedando prácticamente  incomunicado con el resto del país. Los expendedores de alimentos no se atreven a introducir sus mercancías, por temor al deterioro de sus vehículos. Realmente no hay que comer. El transporte colectivo no existe, las personas tienen que pasar largas horas mendigando una cola para poder comprar un medicamento a un familiar enfermo o adquirir sus comestibles en Yaracal para poder sobrevivir.
      Hago un llamado a las autoridades gubernamentales mediante este prestigioso medio de comunicación social, para que solucionen de una buena vez los graves problemas que aquejan a esta comunidad, pilar fundamental para el desarrollo de esta nación.


Publicado en Coro el día Jueves 7 de Julio de 1.988 en periódico La Mañana. 

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