El tráfico ilegal de sustancias psicotrópicas y estupefacientes, se ha convertido en el más mortífero mal que atenta contra la humanidad; destruyendo y envileciendo al ser humano, convirtiéndolo en su esclavo, en un ser cobarde que no asume con valentía la realidad. Sumergiéndolo en un mundo irreal, lleno de fantasía, alentándolo a cometer los más atroces crímenes contra la sociedad.
Al ser convencidos y manipulados por los capos de la droga; se adentran al mundo alucinante de los narcóticos, cayendo inexorable mente en el abismo de la perdición, de la corrupción, de la de generación del ser humano. Arrastrado por el vicio a las profundidades de la iniquidad y la maldad des enfrenada: desinhibido y apresto a cometer los más horribles delitos. Convirtiendo al hombre en una bestia, en un ser sin escrúpulo y amoral, en vil ladrón, en un asesino despiadado, en una ruin prostituta, en un depravado sexual, en un degenerado capaz de matar a su propia madre.
Los horrores alucinantes a que conduce el vicio esclavizante de las drogas induce al hombre a cometer los más atroces y horribles crímenes, que dejaría con la boca abierta y espantado de terror al propio Alfred Hitchcock, quedando sus filmes como juegos para niños.
Amén de las cuantiosas ganancias que arroja el narcotráfico ilegal de estupefacientes, va inducir al hombre honesto, probo y respetable a la vida fácil para adentrarse en ese submundo de la droga y la delincuencia y convertirse en seres capaces de cometer las más viles asquerosidades y atrocidades: atracos, robos, asesinatos, hurtos, fraudes, estafas que van en detrimento de otros hombres y de la sociedad.
El lavado de dólares es uno de los problemas graves que afecta la economía nacional y agrava aún más la espiral inflacionaria sobre todo en el sector de la construcción, donde se invierte desorbitan tes cantidades de dinero en grandes complejos habitacionales producto de este lucrativo e infernal negocio; para el enriquecimiento ilícito de unos cuantos vagabundos de la peor especie.
Los narcotraficantes para llevar a cabo sus fechorías se valen de las formas más di símiles, que van desde el chantaje, la extorsión, el soborno, la compra de conciencia, la amenaza, el terror, llegando la mayoría de las veces al vil asesinato. Pervertiendo y corropiendo a hombres ligados a los distintos sectores del acontecer nacional, militares, políticos, sacerdotes, pastores, jueces, empresarios y funcionarios publico. Actuando como cómplices y alcahuetas, permitiendo la entrada y distribución de los narcóticos a lo largo y ancho del territorio nacional y sirviendo como puente de enlace con otros países como los Estados Unidos de Norteamericana.
Las drogas van en detrimento de la salud y la moral del pueblo venezolano, que está atrapada bajo las redes infernales de este terrible flagelo. Por tal motivo debemos luchar con ahínco y sin cuartel para erradicar este mal que afecta a la sociedad venezolana y a la humanidad.
Publicado en La Mañana Viernes 19 de Julio de 1.991.
Al ser convencidos y manipulados por los capos de la droga; se adentran al mundo alucinante de los narcóticos, cayendo inexorable mente en el abismo de la perdición, de la corrupción, de la de generación del ser humano. Arrastrado por el vicio a las profundidades de la iniquidad y la maldad des enfrenada: desinhibido y apresto a cometer los más horribles delitos. Convirtiendo al hombre en una bestia, en un ser sin escrúpulo y amoral, en vil ladrón, en un asesino despiadado, en una ruin prostituta, en un depravado sexual, en un degenerado capaz de matar a su propia madre.
Los horrores alucinantes a que conduce el vicio esclavizante de las drogas induce al hombre a cometer los más atroces y horribles crímenes, que dejaría con la boca abierta y espantado de terror al propio Alfred Hitchcock, quedando sus filmes como juegos para niños.
Amén de las cuantiosas ganancias que arroja el narcotráfico ilegal de estupefacientes, va inducir al hombre honesto, probo y respetable a la vida fácil para adentrarse en ese submundo de la droga y la delincuencia y convertirse en seres capaces de cometer las más viles asquerosidades y atrocidades: atracos, robos, asesinatos, hurtos, fraudes, estafas que van en detrimento de otros hombres y de la sociedad.
El lavado de dólares es uno de los problemas graves que afecta la economía nacional y agrava aún más la espiral inflacionaria sobre todo en el sector de la construcción, donde se invierte desorbitan tes cantidades de dinero en grandes complejos habitacionales producto de este lucrativo e infernal negocio; para el enriquecimiento ilícito de unos cuantos vagabundos de la peor especie.
Los narcotraficantes para llevar a cabo sus fechorías se valen de las formas más di símiles, que van desde el chantaje, la extorsión, el soborno, la compra de conciencia, la amenaza, el terror, llegando la mayoría de las veces al vil asesinato. Pervertiendo y corropiendo a hombres ligados a los distintos sectores del acontecer nacional, militares, políticos, sacerdotes, pastores, jueces, empresarios y funcionarios publico. Actuando como cómplices y alcahuetas, permitiendo la entrada y distribución de los narcóticos a lo largo y ancho del territorio nacional y sirviendo como puente de enlace con otros países como los Estados Unidos de Norteamericana.
Las drogas van en detrimento de la salud y la moral del pueblo venezolano, que está atrapada bajo las redes infernales de este terrible flagelo. Por tal motivo debemos luchar con ahínco y sin cuartel para erradicar este mal que afecta a la sociedad venezolana y a la humanidad.
Publicado en La Mañana Viernes 19 de Julio de 1.991.
No hay comentarios:
Publicar un comentario