jueves, 14 de abril de 2011

LA MULA

Había reservado pasaje para el vuelo de las 6:30 antes meridiano con destino a Maiquetía Venezuela. Ya tenía formulado su plan de cómo introducir al país el cargamento, el cual le reportaría cuantiosas ganancias.
Prepara su equipaje, paga la cuenta y sale del hotel, toma un taxi rumbo al aeropuerto. Antes de aborda de DC9, se dirige al tocador. 
En el asiento inmediato al suyo, un hombre de mediana edad, fornido, de cabellos negros plateados en las sienes la acompaña. Por la ventanilla observaba a la multitud que se aglomeraba en la pista agitando sus pañuelos en señal de despedida.
- Disculpe que lo moleste, Señor. ¿ Podría regalarme un cigarrillo ? - Preguntó con voz entrecortada.-
Consultó el reloj. Faltaban apenas diez minutos para llegar a su destino.
- ¡ Cómo no ! exclama el desconocido, y buscando en la cigarrera de plata que saca de su bolsillo, le extrae uno y se lo enciende. -
Dándole las gracias, ella tomó el cigarrillo con las manos temblorosas. Grandes gotas de sudor bañaba su frente.
- ¿ Es la primera vez que viaja en avión ? -
- ¿ Porqué ? - pregunta ella - Se nota. -
- Si la veo angustiada, ansiosa. -
_ No hay porque preocuparse estos aviones son muy seguros y es casi imposible que nos estrellemos. LLamaré a la aeromoza para que le dé un calmante. -
- No es necesario, ya se me pasará. Espere, tomaré un vaso con leche, eso me ayudará. -
Mentalmente se decía, cálmate, tranquilízate, no tienes porque preocuparte es imposible que te descubran, respira profundo, relájate.
Ya el Jet aterrizaba en la ancha pista del aeropuerto internacional Simón Bolívar. Agarró su equipaje y se dirigió a la aduana, donde fue minuciosamente requisada. Se sintió más tranquila, como si se hubiese quitado un peso de encima, el peligro había pasado.
El teléfono repicó varias veces antes que el oficial de guardia tomará la bocina.
- ¡ Haló comandancia de policía a la orden ! -
- Llamo del hotel Las Tres Rosas, Para informarle que en la habitación cuarentas y cuatro apareció muerta una mujer joven, caucásica, de unos treinta años de edad. -
Los detectives de homicidio de la Policía Técnica Judicial levantan el cadáver.
Uno de los periodistas que se agolpaban a las puertas de la morgue, le pregunta al patólogo forense de guardia la causa de muerte.
- La necropsia reveló que había muerto por una sobredosis de heroína, al reventársele en el intestino uno de los cincuenta envoltorios que en conjunto contenían quinientos gramos de la droga, valorada aproximadamente en medio millón de dólares.-
- Pobre idiota, maldita forma de morir para el enriqucimiento ilícito de otros.

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